Un triunfo de la dominicanidad,un triunfo del sur.
Por Joseph Caceres.
La coronación de la azuana Francisca Lachapel como reina de Nuestra Belleza Latina, es el triunfo de la dominicanidad, pues el mismo se sustentó sobre la base de la exposición de nuestras costumbres y cultura, a partir del personaje de Mela, la fiel representación de nuestra mujer sureña, que tanta aceptación logró en el jurado de la premiación, así como el cariño del público de todas partes del mundo.
El “plus” de Francisca, que marcó la diferencia con otras concursantes, fue su personaje de Mela, con el que pudo exhibir su talento, articulando un lenguaje coloquial, con frases y expresiones no usuales ni comunes para la mayoría de la audiencia del concurso de la cadena Univisión.
Un éxito que además le da un mentís al criterio recurrente de que el humor dominicano no es capaz de cruzar fronteras y de internacionalizarse, debido a su localismo y regionalismo, algo con lo que nunca hemos estado de acuerdo, si observamos el caso de los humoristas mexicanos que se han hecho famosos en todo el mundo, sin renunciar a sus modismos y las expresiones tradicionales de su vocabulario al hablar.
Ganó Francisca, pero también su personaje dominicano, de pura cepa, a partir de lo cual creemos que habrá necesidad de redefinir criterios en torno al humor criollo.
Francisca, que dio sus primeros pasos aquí, en el cuadro de comedias de Telemicro, el canal del humor dominicano, tiene un contrato de exclusividad para Univisión, la principal cadena latina de televisión, aparte de los 200 mil dólares en premios, un automóvil nuevo Kia, y un puesto en la lista de los 50 Mas Bellos de la revista People en Español
En los nueve años de emisión de NBL Lachapel es la primera dominicana en ganar el concurso, lo que la convierte en ejemplo de lucha para las jóvenes que tienen similar sueño.
Francisca y Mela, han demostrado que el Sur también existe…
