Lucecita Benítez: “Soy una mujer lograda”y Morire cantando.

Cargar con el título de la Voz Nacional de Puerto Rico no es algo que logra cualquier persona. Se necesita tener talento, disciplina y un alto grado de interpretación para ser distinguido con este calificativo. Pero ante todas las cosas, hay que tener pasión, compromiso y respeto por la canción y por el público. 

Eso es lo que ha distinguido por más de cuatro décadas a la cantante puertorriqueña Lucecita Benítez, quien ha dejado su corazón sobre el escenario, ya sea para enamorar, llorar, denunciar o celebrar nuestra cultura. Su  capacidad interpretativa y fuerza vocal, no solo la han hecho merecedora de un título nacional, sino que la han caracterizado de tal manera que el público la separa del resto de las figuras, afirmando que “Lucecita es Lucecita”. 

Precisamente ese es el título de  su nuevo concierto, el cual se llevará a cabo el próximo sábado a las 8:30 p.m., en el Centro de Bellas Artes de Santurce. Será una velada en la que interpretará esas canciones que el público ha convertido en éxitos, tales como “Oubao Moin” y “Génesis”, entre muchos otros temas que son pura poesía.    “Son temas que tratan sobre la vida, son temas humanistas, que rayan en la poesía exquisita y en el mensaje bello, hermoso, de lo que es el amor”, expresó Lucecita Benítez.  

Esta producción de Rafo Muñiz se centrará en el repertorio más romántico de la artista, aunque habrá de todo un poco para que la gente suspire, pero también para que baile.  

“Hay de todo para todos los gustos, pero sin entrar en temas radicales ni nada de eso, estamos más bien en la onda de cantar cosas románticas y bellas que el pueblo conoce”. “La gente necesita reírse, montarse en el tren de la música mía porque ahí se olvidan los problemas, se olvidan los dolores, porque esa es la función del artista, hacerte reír, hacerte llorar, y la gente llora conmigo y se emociona conmigo”, afirmó.

El enfoque del concierto va muy a tono con la etapa en la que se encuentra actualmente Lucecita Benítez, quien está radiante y feliz, luego de superar un problema de salud relacionado a su sistema digestivo que la obligó a estar un tiempo breve alejada de los escenarios. Destacó que no tuvo que ser operada por dicha condición, sino que siguió y sigue una rigurosa dieta en la que no puede ingerir alimentos ácidos ni bebidas alcohólicas.

 “Todo el problema que tuve –y por el que me fui a Argentina- era porque estaba hinchada ya que tenía un problema en el que no digería bien la comida porque algo en el intestino no estaba funcionando. Tenía la opción de operarme o hacer dieta y entre el médico y yo escogimos la dieta y me mandó medicamentos. Ahora mismo estoy en 132 libras y me siento muy bien”, compartió la intérprete quien actualmente vive entre Puerto Rico y Argentina. 

“Yo quiero morir cantando”.  La artista dijo que todo este proceso que ha vivido en los pasados meses la han hecho reflexionar sobre su vida y sobre su carrera artística, y que se siente lograda y en paz consigo misma. 

“Envejecer es la cosa más maravillosa que le puede pasar a un artista porque tienes vida para contar. De hecho, los genios y los que escriben es gente mayor, gente que ha vivido, que ha tenido vivencias importantes, como yo, que le he dado la vuelta a medio mundo y he conocido culturas extraordinarias. ¿Y qué te digo? Que he tenido la suerte–porque Dios ha sido bondadoso conmigo- de que mi voz sigue intacta y de que el trabajo sigue espectacular”. 

“Soy una mujer lograda que ya lo ha logrado todo y lo que falta es seguir cantando hasta que muera porque yo muero con las botas puestas, mi amor. Yo no quiero morir en una cama, yo quiero morir cantando, haciendo feliz a los demás, y haciendo lo que mejor hago que es cantar y eso ha llenado mi vida enormemente”, expresó. 

En estos días próximos a su concierto, también ha sido inevitable que la artista repase lo que ha sido su trayectoria y pensar en esos momentos que han llenado su maleta de memorias. Recordar, por ejemplo, a su madre de quien dice heredó la voz y la fuerza interpretativa, o a su padre, de quien aprendió la disciplina. Pensar en el primer momento que debutó a nivel musical, siendo apenas una adolescente, en compañía de grandes de la música como Marco Antonio Muñiz, Celia Cruz y Armando Manzanero. Revivir su amistad con el cantante, músico y actor estadounidense Sammy Davis Junior, a quien cataloga como el artista más completo que ha conocido. Repasar sus años con el productor Alfred D. Herger en la década del 60 cuando “para lo único que vivíamos era por lo divertido que era cantar” o rememorar sus giras por Latinoamérica, su presentación en el Carnegie Hall en Nueva York o sus primeros discos bajo su propia casa discográfica Lobo Records. 

“Uno vive y pasa muchas vicisitudes en la vida, pero sigo aquí, por algo sigo aquí, y es que Dios tiene una misión conmigo y yo lo he entendido así. Quizás la misión sea seguir cantando, seguir a través de mis canciones, comunicándome con mi país, con mi gente, para que me quieran y me sigan aplaudiendo, para que no me olviden. Aunque anyway, no me van a olvidar con ‘Génesis’”, comentó sobre la canción que la catapultó a la fama.   “Mira que este país tiene la memoria de un mosquito –tiene muy poca memoria- sin embargo de una canción que nunca se van a olvidar es de Génesis, donde quiera que yo estoy, me la cantan, y eso es un honor para mí”, manifestó. 

“Nosotros vamos a salir de esta”.  Hablando precisamente de Puerto Rico, Lucecita Benítez, se mostró esperanzada con el futuro del país, afirmando que la Isla saldrá de la difícil situación económica y social que enfrenta y   resurgirá. 

“Creo que lo que está pasando es un proceso de cambio a nivel global. Yo no veo esta situación (económica) tan personal, yo la veo más a nivel mundial y tengo que evaluarlo así. Nosotros vamos a salir de esta como buenos puertorriqueños que hemos sido toda la vida, de verdad. No hay mal que por bien no venga”, aseguró. 

La intérprete destacó que con todos los altibajos vividos en Puerto Rico éste sigue siendo su lugar en el mundo y donde encuentra su tranquilidad.

“Mientras más viajo, más quiero a mi país, mientras más viajo y conozco otras personas, más admiro a los puertorriqueños porque en su esencia el puertorriqueño es noble, no conoce la arrogancia y si te vas para el interior de la Isla, en la primera casa que llegues te ofrecen café o lo que sea… Aquí yo siento cierta paz, aun entre todo lo que pueda estarnos pasando”.

“Aquí me comunico bien con la gente en la calle y fuera de la calle. A mí me paran, me hablan y yo los atiendo a todos porque yo me debo a ellos. Yo no fuera quien soy, si no fuera porque esa gente me ha apoyado toda la vida. A este pueblo mío le debo todo lo que soy” , concluyó la intérprete, recordando por qué Lucecita es Lucecita.

fuente:nuevodia.