Se creía que era un gallo, pero dicen que Anthony Ríos es “la gallina de los huevos de oro”; Raphy D’Oleo sabe dónde pone
DENTRO DEL ARTE:Por Jorge Jiménez
Anthony Ríos: la gallina de los huevos de oro…
Raphy D’Oleo encontró en Anthony Ríos la gallina de los huevos de oro. Ha sido un guerrero del espectáculo. ¡Definitivamente un fajador!. Con Anthony Ríos, Raphy ha hecho una química a la que ambos les han sacado buen provecho. Se pusieron a trabajar y al igual que Raymond y Miguel Céspedes han construido una “sociedad” para los negocios que ya llega a la hermandad. Ambos son inteligentes y muy creativos. A Raphy comencé a tratarlo una vez me invitara a su oficina en la época de los 80’s cuando preparaba el montaje de “Olga Lara es otra cosa” como le llamó a los conciertos multitudinarios en los estadios de la República. Anthony y Raphy han sido muy trabajadores y me refiero más a Raphy porque él tuvo que luchar mucho para poder crecer como empresario del mundo del espectáculo. Y digo lo de la gallina de los huevos de oro, porque es con Anthony cuando Raphy comienza a consolidarse económicamente. Si no es así que me desmienta. He sido testigo de su desarrollo y de su progreso desde los tiempos del Maunaloa.
Anthony es el epicentro de sus shows…
La popularidad de Anthony Ríos ha sido clave en el éxito que ambos han tenido. Es que en casi la mayoría de sus shows no ha faltado la figura de Anthony. Es como si dijéramos que sin Anthony sus espectáculos no se venden. Se han puesto de acuerdo para contratar artistas añejos internacionales y al igual como sucede con algunos del patio, caso por ejemplo, de Camboy Estévez, Fausto Rey, Jacqueline Estévez y Vickiana, siempre logran el éxito. Es que definitivamente, el “gancho” comercial de sus conciertos y espectáculos ha sido Ríos, uno de los baladistas más populares que ha tenido el país. Sin hacer mucha bulla, sólo la que promueve sus eventos, Raphy, es hoy un empresario sólido. Ambos, artista y empresario, explotan cuánto sucede en torno a ellos y así crean los títulos de sus conciertos para que siempre resulten exitosos. Por ejemplo: ahora a propósito de la enfermedad del artista que debió operarse a corazón abierto, toman como título de su nuevo show en el hotel Lina, el nombre de la operación a la que fuera sometido recientemente.
Anthony Ríos no se detiene…
El gran cantautor Anthony Ríos a su vez encontró en Raphy D’Oleo el soporte logístico que necesitaba para cuántas “locuras” se inventan a la hora de mercadear un show. Esto, con el propósito de “vender” y llegar con la calidad de siempre al público dominicano. Los problemas del corazón no han podido con la fuerte vocación artística de nuestro hatomayorense. Anthony Ríos no se detiene. Continúa con su habitual sentido del humor, su fino sentido de la inteligencia, sus anécdotas, sus recuerdos, sus experiencias musicales pasadas al lado de una figura como la de Johnny Ventura y todas enseñanzas al igual que las que ha aprendido en la vida y con los libros han servido para atraerse un público dominicano y una popularidad que lo ha mantenido en el gusto del público dominicano pese a que no paga promoción en la radio. Porque Anthony también se graduó en la Universidad de la vida. Todo lo que han conseguido juntos ha sido ganado en buena lid y con las habilidades, estrategias y trucos que han de ponerse en práctica a la hora trabajar en el montaje de un concierto, poniéndose de relieve las características propias de este “negocio”. El éxito ha estado en la inteligente comunicación de estos dos pilares en sus respectivas áreas.
