El Sur, la región con el mayor potencial turístico de Republica Dominicana."Osvirocha"

El Sur está a punto de demostrar que el potencial turístico que posee es diverso e infinito. Todo es cuestión de tiempo.
La decisión política de parte del Estado y la voluntad del sector privado han coincidido en momentos en que el destino República Dominicana se ha fijado una de sus principales metas: recibir diez millones de turistas por año.


¿Qué ofrece la región Sur? Cultura, playas kilométricas de arenas blancas y mixtas; montañas, microclimas, lagos, lagunas, parques nacionales, dunas, sierras, bahías vírgenes, un aeropuerto internacional, desierto, arte rupestre, senderismo, aguas azufradas, polo magnético, islas adyacentes, seguridad y mucho espacio para el desarrollo de cualquier proyecto de inversión. ¿Qué más? Gente ávida de ser tomada en cuenta para su integración equitativa al producto interno bruto (PIB) del país.

Todo indica que el panorama pinta alentador y halagüeño. Es la primera vez que el Sur recibe tanto interés de parte del Estado y del sector privado. Pedernales, Barahona, San Cristóbal y Peravia han sido las únicas provincias de la región que, con limitaciones, han podido mantener una oferta hotelera.

El presidente Danilo Medina habló claramente en su discurso de febrero de este año ante la Asamblea Nacional, donde proclamó que llegó la hora para desarrollar la región Sur. Lo que ha sucedido de ahí a la fecha demuestra que es así. El proceso arrancó con los más importantes proyectos turísticos jamás vistos en estas zonas, las cuales sólo estaban acostumbradas a ser testigos de la pobreza y de una realidad admitida como normal.

El Consejo Económico Binacional Quisqueya (CEBQ), una iniciativa de empresarios dominicanos y haitianos que busca desarrollar la frontera en cuatro polos específicos, también ha visto en la región oportunidades de inclusión social que generarán bienestar para República Dominicana y Haití.

Los beneficios del turismo son incuestionables. En estas zonas la movilidad social hacia la mejoría es dinámica. El Mapa de la Pobreza 2014, publicado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, da cuenta del contraste que hay entre las provincias de la región Sur y las ubicadas donde la actividad turística es el principal motor de la economía.

El estudio establece que al Sur pertenecen siete de las diez provincias con el menor Índice de Calidad de Vida (ICV) de sus habitantes. Por la cantidad de hogares pobres Elías Piña (83.2%), Pedernales (74.6%), Bahoruco (74.5%), Independencia (72.9%), Barahona (65.2%), Azua (65.2%) y San Juan (63.0% pertenecen a este club.

Destaca que la provincia La Altagracia, que según la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores) tiene 30,371 habitaciones, posee uno de los niveles más bajos de pobreza, lo mismo que La Romana-Bayahíbe, Juan Dolio y Puerto Plata.

El contraste de inclusión socioeconómica entre las provincias turísticas y aquellas que no han logrado inversiones en el sector está en ruta a dar un giro de 180 grados.

El vicepresidente ejecutivo de Asonahores, Arturo Villanueva; el empresario Polibio Schiffino, propietario de Casa Bonita en Barahona; el presidente del Grupo PuntaCana, Frank Rainieri; y Luis de Jesús Gutiérrez, director gerente de Casa de Santo Domingo, coinciden en que la región Sur inició su trayecto hacia el desarrollo turístico y que a partir de ahora la historia será muy diferente.

Villanueva destaca los proyectos Puntarena, de Rainieri; Casa Bonita, de Schiffino; y Bahoruco Beach Resort, entre las principales apuestas de la región Sur para despegar. “Veremos al Sur convertido en un polo turístico con una oferta hotelera y gastronómica de alta calidad, de una variedad de oferta complementaria, relacionada en su mayoría con la naturaleza, medio ambiente y gran diversidad de microclimas”, sostiene el vicepresidente ejecutivo de Asonahores en entrevista para elDinero.


Schiffino es muy optimista respecto a lo que se ve venir con el Sur, pues entiende que es la próxima región de más potencial por su diversidad y características bien diferenciadas de lo que ofrecen los demás polos. Además, valora la calidad de los promotores de Puntarena, a quienes reconoce su capacidad de desarrollo de proyectos de primera calidad.

Entiende necesario evitar errores cometidos durante los primeros años de desarrollo del turismo dominicano. En ese orden, plantea la definición y consecución de un plan maestro, evitar la arrabalización de las zonas a desarrollar, a fin de ofrecer un producto que no sólo sea de calidad, sino diferenciador en toda la región.

Destaca, entre las fortalezas del Sur, la amplia diversidad natural, superando otras regiones del país, lo que sin duda dará un empuje económico a la zona.

Durante el inicio de la construcción de Puntarena, Fank Rainieri, adelantó que el proyecto abrirá las puertas del desarrollo a esta particularmente hermosa y diversa región, ya que tienen contemplado la construcción de 2,400 habitaciones en dos hoteles. (US$432 millones, a razón de US$180,000 por habitación).

Reveló que en carpeta está un hotel boutique de 60 habitaciones de alto nivel, un condo-hotel de 180 apartamentos, una casa club, atracadero para yates y restaurantes en una área de dos millones de metros cuadrados. La primera fase implicará construir vías de acceso, planta de tratamiento, un acueducto, planta generadora de electricidad y la rehabilitación de cinco kilómetros de playas.

Importancia


El ministro de Turismo, Francisco Javier García, ha reconocido la importancia estratégica del proyecto Puntarena para el despegue del desarrollo turístico del Sur. En la feria Top RESA 2015, en Francia, reveló que a agosto el país había recibido 4,254,119 turistas.


Según consta en un mapa turístico de este ministerio, la oferta de habitaciones en la región está representada, en el caso de Barahona, por Costa Larimar, Casa Bonita, Playazul, Guarocuya, María Montez, Caribe y Loro Tuerto; en San Juan, por Maguana, Gallery, Tamarindo y Taíno; en Peravia, por Caribaní, Salinas y Dpravia; en Azua, por Ana Isabel y Las Magnolias; en Pedernales, por Doña Chava y Rosy; y en San Cristóbal, por Playa Palenque.
A su entender, el aeropuerto de Barahona debe jugar un rol fundamental siempre que se adapte y modernice su infraestructura, así como se mejoren considerablemente las vías de comunicaciones, las cuales, dice, son deficientes en gran parte de la región.

Desde 2013 está en construcción el proyecto agroturístico Ocoa Bay, con una inversión estimada en US$167 millones. El presidente de esta apuesta de desarrollo en el Sur es Gabriel Acevedo, quien durante el primer picazo adelantó que US$70 millones serán utilizados en la primera etapa. Se prevé que generará 1,500 empleos directos.

Para Gutiérrez, de Casa Santo Domingo, el desarrollo del Sur no es un tema de concretar los proyectos, sino de voluntad nacional. “Lo vamos a ver en el mismo sitio si no hacemos un plan de desarrollo real. Se necesita voluntad política y económica. Los empresarios pueden tener creatividad y buscar dinero, pero es el Estado el que debe poner las reglas del juego”, dice.

Enrique De Marchena, socio-presidente de la firma DMK Abogados-Central Law es un reconocido experto y consultor en el sector turístico. Reconoce que el Gobierno ha hecho lo correcto en plantearse el reto de desarrollar a Pedernales, pues a su entender ese pueblo debe recibir desarrollo y luchar contra la pobreza. Sin embargo, considera necesario definir qué tipo de turismo es el que conviene en la zona.

Para el empresario y presidente de la Bolsa Ecoturística Hispaniola (Behsa), Luis Eduardo Díaz Franjul, aunque parezca irónico, el Sur tiene más fortalezas que debilidades. Entiende que la región sufre la ausencia de fuertes grupos empresariales que inviertan en proyectos hoteleros de sol y playa para estimular el Aeropuerto Internacional María Montez.

“Sin la debida planificación en el tramo costero Barahona-Bahoruco-La Ciénaga (21 kilómetros entre el litoral y la carretera Barahona-Paraíso) es imposible la construcción de proyectos de sol y playa. La planificación es un imperativo en ese tramo que cuenta con playas aptas para el turismo, lo que es necesario para atraer la inversión como ha sucedido en otras zonas del país”, destacó Díaz Franjul.

Las garantías jurídicas a la inversión


Las garantías jurídicas que necesitan estos y otros proyectos de inversión están dados a través de diversas legislaciones y normas. La Ley 158-01, modificada por la 195-01, establece el fomento a los polos turísticos de escaso desarrollo y nuevos en provincias y localidades de gran potencial.


Establece, en su artículo 4, que las empresas domiciliadas en el país que se acojan a los incentivos y beneficios de la ley, quedan exoneradas del pago de los gravámenes en un 100%, aplicable al impuesto sobre la renta objeto, tasas y tributos nacionales y municipales por emisión de permisos de construcción, incluyendo la compra de terreno, así como cualquiera por importación de maquinaria y equipos, entre otros.

Sobre el período de exención, el artículo 7 se refiere a diez años a partir de la fecha de terminación de los trabajos de construcción.

tomado de todoporBarahona.

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