AHORA ES MALECON Y ALCOHOL: Pensando... en un día de lluvia! "Osvirocha"
Por Alcibíades Peña Escalante
Recuerdo al "Tigueraje" armados con sus tubos inflados lanzarse a la conquista en una especie de calle abajo, y allá frente al Bahoruco cual si fuera una película de acción... terminaba allí toda esa emosión.
Me sonrío al recordar que había días en que el Sol de repente sorprendía, y a muchos dejaba lejos de casa en ropas inapropiadas para la distancia de sus hogares y se armaba el corre corre de jóvenes en apuros que buscaban tapar el pudor de sus cortos vestuarios aptos para la lluvia, no así, para un día pleno de sol y a plena luz del día... jóvenes hermosas que a los varones sólo así le podían permitir el escudriñar sus divinas figuras.
Eran otros tiempos sanos y lejanos, que hoy bajo la lluvia del día nos hacen recordar... adoro ver la lluvia caer.
Me obsesiona disfrutar la lluvia, me apaciona verla caer, pués el olor a tierra mojada me transporta en el tiempo y me ubica en aquel humedo pasado que tanto disfruté en los tiempo de mi juventud.
El agua al tocar mi piel, reviven viejos recuerdos y llegan a mi memoria aquellos famosos aguaceros en los meses de Mayo, y recuerdo como ahora a la gente bañándose bajo la lluvia y bajando por la Duarte hasta el Parque de Los Suero.
Allí frente al Parque de Villa Estela crecí gran parte de mi vida, allí jugué y nos mojamos en esos torrentes días de lluvia que inundaban la ciudad y recuerdo como ahora, que Barahona se convertía en un mar de gente tiradas a las calles y desde Savica hasta el Malecón se convertían esos aguaceros en una especie de gran diversión. El agua al tocar mi piel, reviven viejos recuerdos y llegan a mi memoria aquellos famosos aguaceros en los meses de Mayo, y recuerdo como ahora a la gente bañándose bajo la lluvia y bajando por la Duarte hasta el Parque de Los Suero.
Recuerdo al "Tigueraje" armados con sus tubos inflados lanzarse a la conquista en una especie de calle abajo, y allá frente al Bahoruco cual si fuera una película de acción... terminaba allí toda esa emosión.
Me sonrío al recordar que había días en que el Sol de repente sorprendía, y a muchos dejaba lejos de casa en ropas inapropiadas para la distancia de sus hogares y se armaba el corre corre de jóvenes en apuros que buscaban tapar el pudor de sus cortos vestuarios aptos para la lluvia, no así, para un día pleno de sol y a plena luz del día... jóvenes hermosas que a los varones sólo así le podían permitir el escudriñar sus divinas figuras.
Eran otros tiempos sanos y lejanos, que hoy bajo la lluvia del día nos hacen recordar... adoro ver la lluvia caer.